19.10.07

sonidos desde júpiter

15.10.07

soyuz 11

fue la primera misión espacial tripulada en habitar una estación espacial (la Salyut 1). La nave se lanzó el 6 de junio de 1971 y regresó a tierra el 29 de ese mismo mes, rompiendo además un nuevo record de permanencia en el espacio. Sin embargo la tripulación, compuesta por Vladislav Volkov, Georgi Dobrovolski y Viktor Patsayev, murió en su regreso a la tierra. La causa del accidente fue un escape de aire en la cápsula, lo cual produjo la muerte de los cosmonautas por asfixia ya que carecían de trajes espaciales. El accidente produjo un retraso de dos años en programa espacial tripulado soviético, obligó a rediseñar la nave Soyuz y abandonar prematuramente la Salyut 1.
music is math - Boards of Canada

Las autoridades soviéticas reconocieron públicamente la naturaleza del accidente. Los cosmonautas fueron enterrados con todos los honores en el Kremlin.
Además fueron nombrados diversos objetos en su honor:
* Tres asteroides: (1790) Volkov, (1789) Dobrovolsky, (1791) Patsayev.
* Tres cráteres de la Luna.
* Calles de Kaluga.
* Una escuela de Odessa (Dobrovolsky).


4.10.07

fuera de campo

Però, (cosa vuol dire però) Mi sveglio col piede sinistro Quello giusto Forse Già lo sai che a volte la follia Sembra l'unica via Per la felicità C'era una volta un ragazzo chiamato pazzo e diceva sto meglio in un pozzo che su un piedistallo Oggi indosso la giacca dell'anno scorso che così mi riconosco ed esco...

Dopo i fiori piantati quelli raccolti quelli regalati quelli appassiti...

Ho deciso di perdermi nel mondo anche se sprofondo lascio che le cose mi portino altrove non importa dove non importa dove...

Io, un tempo era semplice ma ho sprecato tutta l'energia per il ritorno Lascio le parole non dette e prendo tutta la cosmogonia e la butto via e mi ci butto anch'io Sotto le coperte che ci sono le bombe è come un brutto sogno che diventa realtà...

Ho deciso di perdermi nel mondo anche se sprofondo...Applico alla vita i puntini di sospensione Che nell'incosciente non c'è negazione...
(un ultimo sguardo commosso all'arredamento e chi si è visto, s'è visto)
Svincolarsi dalle convinzioni dalle pose e dalle posizioni...


Lascio che le cose mi portino
altrove
altrove
altrove
Svincolarsi dalle convinzioni dalle pose e dalle posizioni
Svincolarsi dalle convinzioni
dalle pose e dalle
posizioni...


morgan -Altrove - canzoni dell'appartamento

3.10.07

kernel panic!

KraftwerkPocket Calculator

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grazie ai miei tenici spaziali...

27.9.07

la cicatriz

Siempre que hay tormenta me dices que te duele la cicatriz. Como una niña pequeña me pides que te abrace fuerte, te acurrucas entre mis brazos y comienzas a llorar suave sobre mi pecho, encogiéndote a cada lágrima hasta volverte diminuta. Luego, cuando ya sólo tengo un charquito de ti entre mis dedos, me ruegas que te perdone. Yo te miro a los ojos mojados y te digo que ya pasó, tranquila, ya está todo perdonado. Y es entonces cuando a mí también me empieza a doler la cicatriz.


xkupka.

26.9.07

cosmografía


David BowieSpace Oddity


a carola, mientras me cortaba el pelo

Ella bostezó y todo el Universo le cupo en el vacío de la boca. Lo celeste, las nebulosas y planetas fueron a parar a sus carrillos, llenos de azul y purpurina. Lo masticó primero, con la curiosidad de quien prueba un nuevo bocado, mezcla de ansia y excitación; luego ya con deleite, desmigándolo bien, masticando cada línea de solsticio, cada esfera celeste, y una a una las estrellas.

Como el Universo le supo a poco, bostezó de nuevo y se bebió la Vía Láctea, tibia y dulce, dejándose algunas gotitas en la comisura de los labios. Miró a su alrededor esperando que nadie le pidiera probarla, porque le estaba gustando tanto este nuevo sabor que no quería compartirlo con nadie. Para evitar sospechas, se lamió el hilillo lácteo sobrante y se lo tuvo para ella sola.
Cuatro o cinco sorbos más tarde, cuando ya estaba llena como una luna, decidió hacer la digestión. Y fue entonces cuando sucedió lo inesperado: como bailarina en su caja de música, comenzó a dar vueltas elípticas sobre sí misma, luego alrededor de los demás. Los brazos y piernas se le llenaron de constelaciones, Andrómeda, Capricornio, Casiopea, y con la punta de los dedos, ya cometas, entrelazados en una bóveda celeste, dibujó espirales siderales que quedaron flotando en el aire. Y fue entonces cuando sucedió lo inexplicable: toda Ella se volvió etérea y estelar.

Miró a su alrededor de nuevo, esperando que nadie la descubriera o notara algo extraño, pero era ya demasiado tarde. Un niño de gorro azul comenzó a tirar de la falda de su madre, dos ancianas chillaron escandalizadas y a una señora que pasaba por allí se le cayeron las bolsas de la compra. Un francés dijo “olalà!”, otro respondió “mon dieu!”, y todos los perros exclamaron ¡guau! en acorde de La Mayor. Pero ninguno de ellos podía aguantar su resplandor. Intentaron no mirarla, se giraban o se ponían las gafas de sol. Lo intentaron también con cristales ahumados y con gafas de buceador, cámaras oscuras, mantas de invierno, lentillas, pararrayos, trajes de astronauta e incluso hubo un hombre que se compró un telescopio para poderla mirar más de cerca. Pero ni así, oye. El brillo que Ella emitía era muy intenso, exactamente 384 J/s, demasiado intenso, muy por encima de lo permitido por el ser humano. Para encontrar una solución a semejante problema, todos los allí presentes se reunieron y decidieron por mayoría simple multarla, ya que consideraban un despropósito el haberse comido el Universo así por las buenas, sin previo aviso siquiera. Y no sólo eso, pues como creían intolerable aquel resplandor de purpurina y celeste (envidia que tenían) decidieron que lo devolviera todo, que lo vomitara y acabara así con semejante escándalo público. Si no lo hacía, no quedaría más remedio que expulsarla del planeta.

Pero era ya demasiado tarde para Ella. Ya había hecho la digestión y no podía devolver el Universo, ni la Vía Láctea, ni siquiera una gotita : probó a toser, cugh, cugh, cugh, pero de su boca sólo salían meteoritos y mucho polvo estelar, lo que enfadó aún más a los allí reunidos por estar ensuciando la vía pública. Entonces pensó, que si lograba regular su luminosidad, como si de una lámpara se tratase, tal vez la dejaran tranquila. Se tocó el ombligo, la punta de la nariz y los codos. Nada. Se tiró de las orejas y cinco veces de cada dedo de los pies. Lo intentó guiñando los ojos, primero el izquierdo, luego el derecho, los dos a la vez, clic, clic, clic, e incluso abriendo la boca mientras saltaba a la pata coja. Ni por esas; nada. Creyó que a lo mejor, si se tapaba toda hasta el cogote, lograría oscurecerse y, al fin, apagarse. Después de catorce camisetas, ocho jerséis, cuatro chalecos, seis abrigos, tres gabardinas y siete bufandas, comprobó que no daba resultado. No había nada que hacer.

Los allí reunidos se cansaron de esperar y esperar, durante horas, y de ver que Ella no podía devolver ni una migaja de lo que se había comido. Así que con el documento de expulsión de la Tierra entre las manos, le leyeron sus derechos. Tienes derecho a no abrir la boca, tienes derecho a no llamar a tu abogado de oficio, tienes derecho a no despedirte de tus allegados, tienes derecho a no cumplir tu último deseo y, sobre todo, tienes el derecho, qué digo derecho, tienes el privilegio de no volver nunca más a este planeta.
Entonces sus ojos, dos agujeros negros, y sus lágrimas, una lluvia de fugaces. Y fue entonces, sólo entonces, cuando sucedió lo irremediable. Ella bostezó por última vez, y se tragó el mundo entero, así, todo de un bocado, no dejó ni un poquito. Avenidas, ciudades, países y continentes enteros engulló con dolor; y es que sabía que si se tragaba la Tierra engullía también a toda la humanidad, y que ya no habría nadie más en el Universo que ella y su luz. Pero cuánto dolía tragarse el mundo, era realmente difícil ingerirlo; por el camino se le atragantaba y pinchaba la campanilla, como las espinas de pescado o los malditos huesos de pollo. El mundo era un gran punzón de camino a los jugos gástricos, glup, glup, glup. Finalmente se le vino el mundo abajo, bien abajo, hasta que se quedó en el fondo de su tripa como una carambola. Hizo la digestión. Y fue entonces cuando sucedió lo increíble. Ella comenzó a sentir un gran vacío, más grande aún que el de un agujero en el estómago o los vacíos del corazón. Y es que después de haberse comido el Universo, bebida la Vía Láctea y tragado a duras penas la Tierra, toda Ella se había convertido en el infinito, un pequeño (o grande, según como se mire) puntito negro suspendido en la nada, en el todo, en el cero más redondo y absoluto jamás visto. Miró a sus alrededor; sólo se veía a Ella. Qué aburrido. Decidió no ser más infinita, ya que así, como profesión, no le gustaba mucho, la verdad. A ella le hubiera gustado ser profesora, o florista, o tal vez física cuántica, visto cuánto estaba aprendiendo de números y todo, pero no infinita (ese no es un trabajo de verdad, le hubiera dicho su madre si no se la hubiera tragado horas antes). Comprendió que no quedaba otra solución. Apagó sus ojos, aún bombillas de nebulosa y abrió la boca una vez más.

Entonces, y sólo entonces, ella bostezó.
Desapareció.
Fin.

xkupka.

amaia da asiera (el fin es el principio)

ESO LO EXPLICA TODO
Ni Dios es capaz de hacer el Universo en una semana.
No descansó el séptimo día.
Al séptimo día se cansó.

Ángel González